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Cada parte de nuestra denominación necesita una estrategia de crecimiento… Tal vez vernos a nosotros mismos como misioneros sea el punto de partida.

Según study.com, la definición textual de "estrategia de crecimiento" es "el método que utiliza una institución para alcanzar sus objetivos de expansión". Por lo general, implica al menos tres cosas: un ajuste interno, un enfoque externo y riesgo. ¿Cuenta su iglesia con una estrategia de crecimiento? ¿Percibe que nuestra denominación tiene una? ¿Y estamos dispuestos a correr el riesgo por la causa de Jesús?

Muy oportunamente, en la reunión del Consejo de Delegados de febrero, Zach King, director de La Misión Global Resonar, recordó a los asistentes que "todos somos misioneros". Me parece que una frase como esta transmite el corazón de la estrategia de crecimiento de Dios: la Gran Comisión (Mateo 28). También transmite la estrategia general de crecimiento que Jesús encomendó a la iglesia en Hechos. Y es, para nosotros como Iglesia Cristiana Reformada, el cuarto hito del plan ministerial Nuestra Travesía 2025.

El hito es este: "Deseamos ser congregaciones y comunidades que comparten el evangelio, lo viven de forma misionera y plantan nuevas iglesias en nuestros vecindarios a medida que descubrimos cómo conectar con nuestros contextos ministeriales locales y globales."

Como director de los ministerios canadienses, veo cómo este deseo se hace realidad en muchos lugares de Canadá. Lo veo en Destination Church en St. Thomas, Ontario, que convirtió un antiguo bar en un centro de ministerio y transformó al pueblo a su alrededor. Lo veo en Bridge Church en Fort Saskatchewan, Alta, que inició una iglesia completamente en línea que incluye liderazgo pastoral dedicado, comunidad, discipulado y grupos pequeños. Y lo veo cuando usted o yo invitamos a un amigo a una relación más profunda con Jesús. ¡Esto es un trabajo misionero!

En Canadá, los esfuerzos misioneros de la ICRNA también se extienden a nivel nacional a lugares como nuestros tres Centros Ministeriales Indígenas de Canadá en Winnipeg, Edmonton y Regina, ya que encarnan el evangelio con y para las comunidades indígenas de su entorno. El personal misionero se ha convertido en trabajadores de primera línea durante la pandemia al servir comidas, ofrecer hospitalidad y compañerismo, y atender a poblaciones urbanas muy vulnerables. ¡Eso es trabajo misionero!

El Centro para el Diálogo Público también trabajó con socios clave en 2019 y 2020 para extender gracia a los inmigrantes recién llegados para que sus deudas financieras con el gobierno se minimicen aún más. ¡Esto también es una labor misionera!

Y en todo el mundo, a medida que Resonar, Reframe y Mundo Renovado llevan el evangelio en palabra y obra a lugares lejos de Norteamérica, lo hacen de manera que llevan a la gente a Cristo y practican la misericordia y la justicia. ¡Eso es trabajo misionero!

Sin embargo, incluso con todas estas historias de éxito, sé que hay mucho más que podríamos hacer. Cada parte de nuestra denominación necesita una estrategia de crecimiento. Cada iglesia necesita una estrategia de crecimiento. Tal vez vernos a nosotros mismos como misioneros sea el punto de partida.

Esa es la idea que hay detrás de Nuestra Travesía 2025. Al entrar en este tramo de cinco años, imagine lo que Dios podría hacer con y a través de nuestra denominación si todos tomáramos en serio este llamado a ser misioneros.

En teoría, debería ser fácil para nosotros, los reformados. Después de todo, Dios nos ha llamado a encarnar el testimonio del evangelio en todas partes y en todos los ámbitos de la vida. Esto incluye practicar el ejemplo de Jesús en nuestros vecindarios y en el mundo y dedicar abundantes recursos de tiempo, talento y dinero a esta causa.

Es verdad que en este momento hay una gran cantidad de desafíos en nuestras iglesias. Este no es el lugar para nombrarlos. Pero los desafíos nunca cesarán. Lo que debe elevarse por encima del desafío es una estrategia de crecimiento real, práctica y completa. Estoy deseoso de ver cómo nos utilizará Dios.

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