¡Nuestro mundo está repleto de problemas! Los conflictos mundiales, la creciente inseguridad alimentaria, la desigualdad racial, la disparidad económica—parece haber una lista interminable de males que necesitan ser corregidos. Algunos han dicho que estas cosas son una señal del fin de los tiempos, pero ¿lo son?
Si escudriñamos la Biblia, podemos encontrar innumerables historias de desigualdad e injusticia. Muchas de las personas que vivieron esas experiencias tuvieron sentimientos similares a los nuestros hoy. Se preguntaban por qué y por cuánto tiempo perduraría su situación.
La injusticia no es algo nuevo; es un signo de nuestra condición caída. En la Biblia y en la actualidad, Dios nos invita como "sus elegidos" a vivir en medio de esta creación caída. Se nos pide a cada uno de nosotros que hagamos nuestra parte para aliviar el sufrimiento de los demás y señalar hacia un camino mejor: el camino del Salvador y del shalom.
Un ejemplo de alguien que hizo precisamente eso es Bob Moses, un reservado y modesto ícono de los derechos civiles que murió recientemente a la edad de 86 años. Bob fue un ejemplo de alguien que vio los males del mundo y trató de corregirlos, no de forma que buscara llamar la atención, sino discretamente, buscando apoyar a los demás al ayudar a eliminar los impedimentos para su éxito. Fue profesor y creador del Proyecto Álgebra, que mejoró el nivel educativo de muchos niños pobres del sur de Estados Unidos.
Bob fue un héroe discreto, y aunque no leemos mucho sobre su fe personal, hay que señalar que fue inspirado a actuar por el Consejo de Liderazgo Cristiano del Sur, un grupo de pastores y líderes trabajando por impulsar a sus comunidades.
De manera similar, Dios nos llama a establecernos donde estamos y a trabajar por la justicia y el reino de Dios en esos lugares. Véase, por ejemplo, Jeremías 29:7 "Busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad". Debemos buscar el shalom en los lugares donde nos encontramos.
Este es un llamado difícil. Es un reto vivir en tiempos y circunstancias de injusticia. Es difícil ser luz y sal en nuestras comunidades. Es agotador trabajar por el cambio y ver que éste sólo llega poco a poco.
En esos momentos, me reconfortan las palabras de Jesús: "Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo." (Juan 16:33).
Dios está con nosotros en nuestros líos. Dios está presente y nos ayuda en nuestras angustias. Dios nos consuela en nuestros dolores y nos equipa para consolar a los demás, no sólo con palabras, sino con todo lo que nos provee.
En nuestra declaración de visión se describe a la Iglesia Cristiana Reformada como un conjunto de iglesias sanas que "transforman vidas y comunidades en todo el mundo". Que podamos vivir la realidad de esta valiosa visión.
About the Author
Colin P. Watson Sr. is the executive director of the CRCNA. He is a member of Madison Square Christian Reformed Church in Grand Rapids, Mich.