Skip to main content

Dios requiere que todos nosotros, independientemente de nuestro trasfondo, educación o estatus en la vida, nos arrepintamos de nuestros errores, busquemos el perdón y la restauración, y empecemos de nuevo.

En su libro Sé líder: 12 principios sobre el liderazgo en la iglesia, Paul David Tripp señala que "uno de los temas del evangelio más hermoso, esperanzador y alentador que fluye a través de las Escrituras es el tema de los nuevos comienzos y el poder empezar de nuevo".

Todos somos personas imperfectas. Cometemos errores y nos herimos unos a otros con lo que decimos, hacemos y dejamos de hacer. Sin embargo, esto es sólo una parte de la historia. Dios requiere que todos nosotros, independientemente de nuestro trasfondo, educación o estatus en la vida, nos arrepintamos de nuestros errores, busquemos el perdón y la restauración, y empecemos de nuevo. Este proceso de santificación dirigido por Dios nos purifica continuamente a medida que nos sometemos a él. Cuanto más nos sometemos, más vemos la obra de Dios en nuestras vidas, cambiándonos y ofreciéndonos un nuevo comienzo.

La doctora Carol Dweck, profesora e investigadora de la Universidad de Stanford y autora de Mindset: La actitud del éxito, nos recuerda una verdad similar. Gran parte del origen del estancamiento y la desigualdad que vemos a nuestro alrededor actualmente, dice ella, se debe a una mentalidad que no cree en la esperanza. Esta mentalidad fija no cree en la posibilidad de crecimiento. Nos confina a nuestro estado actual y nos impide probar cosas nuevas.

Sin embargo, sabemos que el hecho de intentar nos crece y edifica. Además, como cristianos estamos llamados a ser personas de esperanza y restauración, personas que esperan que Dios haga grandes cosas y las cambie. Estamos llamados a tener lo que Dweck llama una "mentalidad de crecimiento".

Creo que Dweck se ha topado con un principio fundamental que nuestro Señor ha creado en nosotros: Debemos tener grandes expectativas unos de otros. De hecho, debemos pensar en nosotros mismos y en los demás como portadores de la imagen de Dios.

Esta es la mayor expectativa posible de cualquier persona. Si somos portadores de su imagen, entonces debemos estar en un estado de crecimiento continuo a medida que afrontamos nuestras realidades cotidianas. En resumen, debemos tener una mentalidad de crecimiento mientras experimentamos la santificación de Dios y crecemos para ser lo que Dios quiere que seamos.

En esta edición de The Banner podrá conocer la iniciativa de cárceles de la Universidad Calvin y el Seminario Teológico Calvin, una iniciativa que busca crecer al pueblo de Dios hacia él. También hay información de Raise Up Global Ministries sobre sus programas de educación para el diálogo de adultos. Estas son sólo un par de historias de cómo Dios utiliza las herramientas desarrolladas por la familia que es la Iglesia Cristiana Reformada de Norte América para capacitar, extender y transmitir esperanza a personas y a lugares que el mundo ha descartado o considerado casos perdidos.

Recuerdo mi propia experiencia hace varios años cuando usamos uno de los programas de Raise Up, Instituto Timoteo para la Capacitación de Líderes (ITCL), siendo entonces el ministro ejecutivo de la ICR de Madison Avenue en Paterson, N.J. Yo estaba dirigiendo un estudio bíblico de hombres, y decidimos usar ITCL para entrenar a los líderes de grupo. Tres de nosotros viajamos a Grand Rapids, recibimos entrenamiento, y después regresamos a Nueva Jersey y desarrollamos una estrategia para entrenar a otros. Contamos con numerosas historias de lo que Dios hizo con ese simple acto de obediencia.

En algunas de nuestras sesiones, las personas que normalmente serían consideradas incapaces de liderazgo—personas que anteriormente fueron encarceladas, drogadictas o indigentes—vieron como estaban aprendiendo junto a pastores locales, miembros del consejo de la iglesia y otros líderes de la comunidad. Vimos la verdad de 1 Corintios 6:11: "Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios."

Sea la que sea nuestra condición, aun cuando podamos ser vistos como caso perdido ante ojos de los demás, cuando somos vistos a través de los ojos de Dios hay esperanza. Que siempre recordemos esta verdad y sigamos teniendo una mentalidad de crecimiento mientras permitimos que Dios nos santifique día a día.

We Are Counting on You

The Banner is more than a magazine; it’s a ministry that impacts lives and connects us all. Your gift helps provide this important denominational gathering space for every person and family in the CRC.

Give Now

X